One size fits all


Los "pequeños placeres de la vida" y los "placeres culposos" son dos conceptos muy trillados, sin embargo, son bastante ciertos, existen, todos los hemos vivido, disfrutado, escondido, descubierto, compartido y aceptado.
Más frases trilladas que más adelante en este texto harán sentido son: "El tamaño no (¿Sí?) importa", "Todo cabe en un jarrito...", "Lo más fino viene en cantidades pequeñas" y demás.
En los autos, a veces se aplican los conceptos universales, pero también hay muchas ocasiones, en las que no. Como en toda familia, cuando un integrante es doctor, siempre todos tienen algún síntoma que le tienen que explicar con detalles -por más grotesco que pueda llegar a ser- al pobre individuo que estudió al menos una década para recomendarle un ungüento a su tía abuela. A mí me pasa igual, la ventaja es que no tuve ni que abrir -ni oler- cadáveres, ni mantenerme días contínuos despierto para tener que resolver dudas automotrices a toda la gente que me rodea. Y no es una queja -bueno, sí-, la mayoría de las veces lo hago con gusto, pero igual que la urticaria o las hemorroides, a veces, no tengo nada bueno que decir al respecto.
Pero a veces sí. Y sobre todo, cuando un buen auto, es complementado por un precio razonable, por una practicidad enorme, por un diseño aventurado y por detalles como seguridad, equipamiento y confort, que muchos de los que hacen esas cosas que se llaman coches, pareciera que no terminan de descifrar en ocasiones.
Más allá de la movilidad, existen los caprichos, los autos de estatus, los que apantallan, los colores para pitos-chicos, y miles de juguetes, o caballos de fuerza para presumir. Hoy, me quedo con lo más simple y económico -en todos los sentidos- y me declaro fan del Honda Fit.
En cifras no sorprende a nadie, motor 1.5 litros, caja manual de "apenas" cinco velocidades, tracción delantera. Sin más adornos, sin más tecnología, sin aspiraciones reales, es simplemente un vehículo cumplidor, rendidor, duradero y sorprendentemente divertido.
Recientemente, hice un viaje en uno de estos pequeños autos. Y bastaron 15 minutos del recorrido para darme cuenta de lo que es capaz y tomando en cuenta que el Fit que manejé por tres horas seguidas en diferentes circunstancias es de la generación anterior, de hoy en adelante lo recomendaré más que la Vitacilina.
Por que cuando probé el 2010 hace ya varios meses, también quedé sorprendido que en una cajita con ruedas, pudiera manejarse como si de un deportivo se tratara.
Y poca gente lo entiende, y todavía menos, lo admiran como yo lo admiro. Claro que todos soñamos con subirnos a un 911 todas las mañanas para ir a trabajar, pero siendo realistas, son muy pocos los que lo consiguen. Claro que entre una Range Rover y un 530 el Fit es diminuto, pero si supieran aquellos dos vecinos de semáforo lo que realmente ofrece este auto, sus engreídas miradas se opacarían.
A lo largo del recorrido por la autopista, encontré cientos de autos averiados, que fallaron en un momento poco agradable, a la mitad de las vacaciones. Pero Honda, como todos lo saben, casi nunca falla, y lo bueno, es que no hay que tener un Accord V6 para tener el mejor auto de la marca, basta con un Fit para ser parte del selecto club de confiabilidad atemporal.
Sin duda, el mejor subcompacto tiene tres letras fáciles de recordar: F-I-T.
El que todavía lo dude, que maneje un G3 (si es que todavía queda alguno en México), o un Gol (que también es muy bueno, pero no tanto), o un Ibiza (que sin duda es el favorito de muchos, pero por precio y confiabilidad, no tiene comparación), o un Yaris (que debe ser el auto más aburrido del mundo), o un Sandero (sin comentarios) y entonces podrán notar que el Fit es superior, sorprendente, adorable y divertido en todas sus minúsculas presentaciones. Recuerden que este argumento proviene de alguien que ha manejado los mejores y los peores autos que circulan en este país.

Y los nominados son...

No importa la categoría, no importa el precio, estos son los lanzamientos de todas las marcas, segmentos y estilos de automóvil en México en el 2009, algunos ya como 2010. ¿Quién se lo merece? Es mera cuestión de gusto.

  • Audi A5 Cabriolet
  • Audi Q5 2.0 TSI/V6/TDI
  • Audi R8 V10
  • BMW 750-740 L/Li
  • BMW X1
  • BMW Z4
  • Cadillac SRX
  • Chevrolet Camaro
  • Chevrolet Cruze
  • Chevrolet Traverse
  • Ferrari California
  • Fiat Bravo
  • Fiat Palio Adventure/Strada Adventure
  • Ford Focus RS
  • Ford Shelby GT-500
  • Honda City
  • Lincoln Mark LT
  • Mazda CX-7 i-sport
  • Mazda MX-5 hard-top
  • Mazda3 sedán/hatch
  • Mazdaspeed3
  • Mercedes Benz Clase E
  • MINI Cabrio
  • Nissan 370Z
  • Peugeot 308 CC
  • Porsche Panamera
  • Porsche Cayman/Cayman S
  • Porsche Boxter/Boxter S
  • Seat Ibiza /Sportcoupé
  • Seat León 1.8 TSI
  • Subaru Legacy
  • Suzuki Kizashi
  • VW Eos
  • VW Golf Sportwagen
  • VW Jetta GLI
  • VW Tiguan
  • Volvo XC60
Y si se me olvidó alguno, lo agregan. Esperamos sus comentarios.

Aus Liebe zum Automobil


Por amor al automóvil, es lo que dice el título... Es cierto. Todos hemos estado enamorados de al menos un modelo de la marca, en lo que llevamos de vida. Personalmente, el Jetta VR6 (porque no me tocó el Corrado) me prendió muchos años, y actualmente, todos los compactos con el motor 2.0 TSI me siguen emocionando: GTI, GLI, Scirocco -aunque tal vez nunca lo maneje- y el magnífico Eos (regresaremos con éste más tarde). Recordemos: el GTI es toda una leyenda, el Jetta ha sido el favorito de México por décadas y cada vez hay más utilitarios (Eurovan, Caravelle, Van) TDI haciendo sus funciones de carga/transporte.

Ahora, analicemos la marca a fondo, comparado con otros países.


  • Cada vez, hay menos modelos para el pueblo, es decir, "Volks", ahorren, porque el más básico, cuesta $122,162 pesos, cuando en su lanzamiento, hace un año, el precio base era de $103,500, mientras que el Gol sedán en su versión más equipada cuesta $172,400 pesos, cifra que hace un año era de $153,500. ¿Te alcanza? A mí tampoco.
  • El Golf V nunca llegó, en su lugar se vendieron el Pointer -que bueno que ya lo superamos-, el Polo, bueno, pero caro y el Lupo, que tuvo éxito en su versión Crossfox y fue, y sigue siendo un gran subcompacto, lástima que sea tan aspiracional, yo lo probé personalmente fuera del asfalto, no es lo que dicen, sin embargo, para la rutina diaria, cumple de sobra.
  • El Golf VI, ya está aquí, en su version Sportwagen. Me encanta. El problema es que mientras en otros mercados cuesta el equivalente a $249,000 pesos, el modelo base en México nos aligerará la chequera con $291,887. Esto no incluye ni GPS, ni techo panorámico ni ESP. Tomando en cuenta que dicho vehículo se ensambla en Puebla, VW de México debería contener los precios. La versión más equipada, nada menos que $356,351 -vs. $297,952 de la misma versión, aun más equipada en EE UU- pesitos. Ouch! Falta ver que llegue el hatchback y que el precio sea razonable y equiparable con la dura competencia.
  • El Jetta mexicano, tanto que decir de este modelo. Primero, todo el mundo ha unificado el nombre para el modelo, entonces, llamémoslo VW Puebla, o VW México, o algo así, para que el Bora, se llame Jetta, como en el resto del mundo. Segundo, es hora de iniciar una campaña publicitaria que le pida al país que ya se saque ese coche de la cabeza. Lo siento, VW. Desde hace ya dos años, lo echaron a perder, inventando una plataforma "nueva", montando un motor de hace más de 20 años y después, lanzando la versión sport, llamada GLI, que en resumidas cuentas, es atole con el dedo. Así.
  • El Bora es, si no el mejor, de los mejores compactos que existen. Punto. Manejarlo es un placer, dura años y años, el precio es más comparable a otros mercados y cumple con lo que promete, ese es su fuerte, dejo las aspiraciones para otros modelos y cada vez viene mejor equipado. Aplauso. En México, contamos con una versión GLI, buena opción para el que ya superó la edad del GTI, las prestaciones son casi idénticas y con mucha más cajuela. La queja -ya me había tardado-, es que no han introducido los nuevos motores TDI, que en combinación con todos los atributos de este modelo, lo harían una opción aun más popular.
  • Los demás autos "prémium": Passat, CC, Tiguan y Touareg son sólo criticables por los altos precios en combinación con la falta de equipamiento de serie, ya que en mercados extranjeros el cliente los puede armar como se le dé la gana y no tiene que elegir sólo los modelos establecidos.
  • Por último, el Eos, un gran auto, hasta que conoces el precio de $478,800 pesos. Sin más que decir, equipa la mejor combinación motor-transmisión, se ve muy bien, funciona aún mejor y se maneja como un muy buen deportivo, con todo y que es convertible. ¿GPS? cerca de $30,000 pesos más sobre el precio de lista. En EE UU, el paquete "Lux" cuesta el equivalente a $460,062 pesos, pero incluye de serie rines de 17 pulgadas, navegación satelital y Climatronic. Dense cuenta. En el Reino Unido, el precio más alto por un Eos 2.0 TSI es de el equivalete de $562,062 pesos, si tomamos en cuenta que el precio es convertido de Libras Esterlinas, nos damos cuenta de lo inflado que está el precio en este país.
Y al final de todo, está la falta de oferta del Scirocco. ¿Acaso VW no se da cuenta de la fidelidad de sus clientes en México? ¿Qué no los quieren complacer una vez más con un gran auto compacto y deportivo? Al parecer la marca ha dejado de confiar en la capacidad de asombro de los mexicanos por sus modelos -y también su capacidad de compra pasional-, ya que, si bien todos los que listamos arriba son buenos vehículos y fuertes competidores, y hasta líderes de ventas, se han vuelto vehículos con mucha tecnología, seguridad y confiabilidad, pero poco corazón. El Scirocco es la esencia del automovilismo, como alguna vez lo fue el GTI original. Es un auto que hay que voltear a ver, antes de decirle adiós, aunque sea por una noche.
Yo siempre he querido conducir Das Auto, en el día a día, pero VW lo hace cada vez más difícil, y por más que han bajado los precios de sus servicios y refacciones, la inflación (crisis incluídas) ha dejado sus estragos en los catálogos de las agencias.
Otra cosa, importantísima, VW México, pongan atención; los motores 2.0 y 2.5 hay que sustituírlos con urgencia por los mucho mejores 1.4, 1.8 y 2.0 TSI, todos ellos combinables con cajas DSG de 6 y 7 velocidades al frente y manuales de 5 y 6 velocidades. Entiendan el significado de "obsoleto", que aplica para los motores mencionados -sin turbocargadores- y las cajas Tiptronic, que en su momento eran la opción, pero hoy en día, el mundo ha cambiado. El 1.9 TDI -y de esto no tienen la culpa por completo- también hay que tirarlo a la basura, en Europa existe desde hace más de 15 años, y ya hay con que sustituírlo, el 2.0 TDI ya sea de 140 o de 170hp.
Sin embargo, VW es la marca que más modelos internacionales ofrece, y a pesar de los precios poco competitivos hay que recordar que los mejores, siempre serán los mejores y se les reconoce su esfuerzo por mantener la gama de vehículos ofrecidos en México, con todo y las ausencias y las obsolencias antes mencionadas.

Chatarrizadas tienen las neuronas


Cuando el gobierno federal, de la mano de la Asociación Mexicana de la Industria Automotor, anunció la creación de un programa de deschatarrización, a semejanza de programas que en Brasil y EE UU funcionaron con mucho éxito. todos aquellos que estamos relacionados con esta industria pensamos que era lo mas inteligente que en cuestiones automotrices el gobierno había hecho.
Al día de hoy, las cifras nos hablan de un fracaso rotundo de este programa.
La idea, en escencia, es buena, pero pésima en su aplicación. El subsidio que el gobierno ofrece por unidad con diez años o más de vida, de $15,000, se puede incrementar, dependiendo de la marca, hasta los $55,000.

Hasta ahí, todo es perfecto. El problema llega cuando te piden, para recibir tu chatarrita, que esté al corriente en tenencias, verificaciones, que estés al corriente con tus impuestos, y otra serie de requisitos que caen en lo ridícul0.

Imaginemos al dueño de un Taurus 92, el cual ya está hasta la madre, de meterle dinero a la sensacional caja de cambios que monta dicha unidad. Hace años, dejó de pagar tenencias y verificaciones, ya que si eres dueño de un auto semejante, no es precisamente por que tu situación económica sea la mas boyante. Nuestro amigo se emociona al ver que si lleva su Taurus a una agencia Ford, puede recibir hasta $55,000, aplicables a un Fiesta de $140,000, dejandole una mensualidad de $2,600 pesos. De haber vendido su Taurus, no hubiera recibido mas de $14,000, los cuales solo le hubieran servido para comprar tarjetas del Metro y Metrobús con suficiente crédito para dos años de uso del servicio. ¡Que gran oportunidad!
Pero, nuestro amigo no tiene tenencias, ni siquiera las que si pagó, el carro está muy lejos de aprobar una verificación, y en la agencia le dicen que ponga en orden todos esos asuntos y entonces, tal vez, puedan recibirle la nave. Por lo cual, esta unidad, regresa a circular con todos los inconvenientes que esto conlleva para su dueño y el entorno.
¿En qué jijos de la tostada estaba pensando el genio economista que diseño dicho programa? ¿No sabe que en nuestro país la cultura del cumplimiento fiscal es muy pobre? Y aún mas pobre en los sectores de la sociedad a los que pertenecen la mayoría de los propietarios de los automóviles a los que iba dirigido dicho programa. Este programa debía de ir acompañado de un borrón y cuenta nueva. La factura del coche y una investigación de la agencia sobre la legalidad de dicho auto y punto. No se dieron cuenta estos imbéciles de la secretaría de economía, que al intentar ganar estas tenencias, mínimas por cierto por la edad de los autos, dejaron de recibir el ISAN, IVA y las posteriores tenencias de todos los autos nuevos que no se vendieron por lo complicado del programa. Dan la impresión que solo crearon este programa para poderles cobrar a todos aquellos morosos y no como una ayuda para la industria automotriz.
Si siguen disponibles ese titipuchal de millones de pesos para este programa, por favor, eliminen todas las trabas que conlleva y dejense de pendejadas. Pendejadas del tipo que ponen a México muy lejos de Brasil, país que esta recibiendo una Copa del Mundo y unas Olimpiadas, mientras nosotros salimos por la puerta trasera retirando nuestras candidaturas a dichos eventos.
Mientras las chatarrizadas neuronas de estos genios burócratas sigan determinando las políticas industriales, lo único que nos quedará es ver como la industria automotriz mexicana se convierte en eso, en chatarra.

Ni tan rápido, ni tan furioso (Honda Accord Coupé V6)

El otro día mi mujer y yo no teníamos mucho que hacer así que decidimos ir al cine. La verdad ni siquiera sabía que había en cartelera y tenía un poco de flojera, pero afuera de mi casa me esperaba un flamante Honda Accord coupé, por lo que pensé que sería mejor salir a manejar con el pretexto de ir al cine que quedarme viendo la tele.

Lógicamente de ida al cine había tráfico y pues manejar en el tráfico en una ciudad grande es casi como ni siquiera manejar, por lo que esperaría hasta el regreso a casa para disfrutar de los 270 caballos que tiene el motor V6 de 3.5 litros del Accord.

De ida todo bien, aunque avanzábamos dos centímetros cada que Júpiter le da la vuelta al Sol, el auto es bastante cómodo. Las plazas delanteras tienen muy buen espacio y la marcha es bastante suave. Como en todo coupé las plazas traseras son un poco una burla, pero como sólo íbamos dos personas pues la verdad no importaba. Otro punto a favor en ese momento es que el coche era automático, no hay como mucha opción en eso ya que en México sólo se vende con la caja automática de 6 velocidades.

El estar tanto tiempo detenido en el tráfico te da oportunidad de apretar todos los botones que hay en el tablero, y en el caso del Accord son bastantes. A pesar del gran número de botones, de alguna manera extraña el diseño de nave espacial de ciencia ficción japonesa de 1987 que tiene el tablero y la configuración de los mismos hacen que sea bastante fácil controlar todo lo necesario… y todo lo necesario es el radio y el aire acondicionado, todos los demás botones la verdad a quién le importa para qué sirven.

Llegando al cine resultó que había función para Rápidos y Furiosos así que decidimos verla. Es una película palomera sin más. Definitivamente es mejor que la segunda parte de la franquicia, y le bajaron a la onda de las piñatas con ruedas para invertirle un poco más a la historia, pero de todos modos como que no cuaja, así que ni de uno ni de otro. La verdad la recomiendo sólo para un fin de semana sin nada que hacer y rentada, lástima por que la verdad prometía mucho más. O tal vez no prometía y soy un motorhead empedernido.

Al final en realidad no importaba que la película no hubiera estado tan buena, el verdadero motivo por el cual había salido de mi casa fue para probar el auto y ahora estaba a punto de hacerlo.

El motor era todo lo que esperaba. Los ingenieros de Honda son unos genios e hicieron un excelente trabajo con este V6. A pesar de ser un motor “grande”, el sistema i-VTEC sigue entregando está sensación de empujar más cuando se encuentra en la parte alta del tacómetro, justo como su hermano de cuatro cilindros.

La suspensión está bien balanceada y al igual que la dirección logra un buen balance entre comodidad y deportividad. Siendo honestos se va un poco de frente, pero nada exagerado la verdad y pues es cosa como muy normal y esperada tomando en cuenta que es tracción delantera… espera, ¿qué? ¿Tiene 270 caballos y es tracción delantera? ¿En serio hicieron un coupé deportivo de más de 250 hp y lo hicieron de tracción delantera?

Sí, en serio. Al utilizar la plataforma de la versión sedán lo que nos están vendiendo en realidad es un auto familiar disfrazado de deportivo. Aunque tiene unos cambios pequeños por aquí y por allá dónde nos damos cuenta que en realidad es un sedán familiar incómodo (para los idiotas de atrás) es en la transmisión.

La caja automática no tiene ningún tipo de cambios manuales y tampoco hay un botoncito de sport o algo así perdido en la consola del USS Enterprise, nada.

Yo se que muchas cajas automáticas dicen tener cambios manuales y en realidad sólo tiene unos pedazos de plástico detrás del volante que te hacen creer que tienes algo de control cuando es una mentira, pero en un coupé deportivo sería bonito por lo menos pretender que bajo una velocidad cuando yo quiero antes de entrar a la curva, aunque el que sepa lo que hace es el coche y no yo.

O que tenga un botón de sport que únicamente prenda un foquito en el tablero y que su función real es hacerme creer que la suspensión se endurece y la respuesta del acelerador es más rápida cuando en realidad no pasa nada.

Muchas veces no se trata de lo rápido que puedes ir sino de la sensación de manejo que el coche te puede dar, y justo en ese aspecto el Accord coupé se queda corto. Es un gran auto pero la verdad no me lo compraría. Es más, creo que hasta prefiero el Altima coupé, cuestan lo mismo y el de Nissan por lo menos me hace creer que se medio manejar, aunque él lo haga todo.

Quinientas noventa y nueve pulsaciones por minuto


Más de una vez, hemos visto/utilizado frases cursis para describir un auto: De cero a cien emociones, Adrenalina, velocidad, nostalgia, blah, blah, blah...Lo malo es que no se nos quitará, lo bueno es que hay ciertos coches que en verdad se las merecen, por que literalmente, enamoran. Eso me pasó apenas hace 24 horas, mi corazón -cursi o no, es cierto- se quedó al volante del 599 Fiorano.
Desde que lo ví por primera vez en 2007, se volvió instantáneamente mi Ferrari favorito de la actualidad, es asombroso. De cabo a rabo, las líneas no dejan de sorprender, las tomas de aire funcionales perfectamente colocadas, los rines tipo "Challenge" que si bien llevan años produciéndose no se ven viejos, los alerones -si es que así se pueden describir- laterales que disimulan las aletas traseras -y que van más allá de lo estético, también cumplen su función aerodinámica- y el medallón semi-circular y una trasera muy geométrica, conuntan una obra
de arte color rojo, y que deseaba manejar desde la primera vez
que la ví.
Entonces, después de un par de años, me llegó la hora. Eran las 4:30 am, y en una gasolinería de Calzada de Tlalpan, por fin me tocó presionar el botón rojo que despierta los 612 caballos que duermen en dos bancadas de seis cilindros. Fue una emoción instantánea, y acto seguido ya estaba buscando mi posición ideal de manejo, que fue muy fácil de encontrar.
Lo primero que noté es que a pesar de ser un GT extremo, gracias al manettino, la suspensión se ajusta adecuadamente al manejo citadino, yo pensé que sería mucho más duro, y en verdad, se siente como un Mercedes SL. Le falta un botón como los de los Lamborghini que suba la punta un poco, ya que la fascia delantera, con su splitter y longitud frontal hacen de pasar un tope una odisea que tarda 30 segundos más de lo necesario. Lo bueno fue que a esa hora ni los más madrugadores han salido de sus casas y que traía un excelente equipo atrás de mi para detener a los demás vehículos que venían tratando de alcanzar al Fiorano para poder tomar algunas fotos con sus teléfonos móviles.
Antes de las 5 am, como se tenía planeado ya estábamos fuera de la ciudad, listos para comenzar un día lleno de sorpresas, de las buenas. De ahí en adelante sólo quedó aguantar las ganas de echar a andar el bello cavallino, pero hubo que esperar...
...Salió el "güero", subió y se despejó el día. Listos todos después de un cafecito de olla pa'l frío y unos antojitos mañaneros. Arrancan. Digamos que no fue una salida de Le Mans, pero ya en la carretera -en muy buen estado- pude descubrir todos los atributos que tanto dinero pueden comprar. Aceleración sólida, más no brutal, curveo neutral, sin sobresaltos, frenado sorprendente, vaya que en Brembo saben lo que hacen, y en Ferrari, pues también. El 599 se siente ligero, ágil y muy, pero muy amigable con el conductor. La interfase humano-máquina es de las mejores, ya que el auto permite exigirle y sin emociones de infarto, obedece, mientras el conductor -yo- tiene control absoluto en todo momento. Los primeros 200 kilómetros por hora se iban en rectas tan cortas que parecía imposible, pero el Fiorano lo hizo, y luego frenó, y luego, todavía pude entrar a la curva con el trazado correcto. Maravilloso.
Y así en un vaivén de caminos semi-rurales, pasaron horas en las que yo me divertí más que todas las veces que he ido a Disneylandia juntas, en las que el CD Gold de Rush pasó a un segundo plano con el concierto a 12 voces que tenía a mis espaldas (por el escape, claro, el motor está allá adelante).
Y todavía faltaba el regreso, y elegimos la ruta larga, pero divertida. La carretera se convirtió en pueblo, luego en autopista y después en una de las mejor ciudadas del país. ¡Qué bárbaro! El tiempo que tardé en recorrerla fue ridículo, y nunca sentí que corría ningún riesgo, es más, creo que nunca lo llevé al límite y aún así, sobrepasé todos los límites de velocidad...por mucho.
Ayuda que todos los conductores abren paso -yo también lo haría-, algunos saludan, otros levantan el pulgar y los más envidiosos el dedo medio, y los entiendo. El demonio rojo que se aproxima y desaparece en el horizonte es digno de admirar de todos ángulos. Aunque sea por unos breves instantes.
Y se terminó, ahora la velocidad promedio es de 15 kilómetros por hora, no importa, sigo con una sonrisa de oreja a oreja y sólo me quedan dos dudas. Quiero saber como se sienten los 612 hp a nivel del mar y quiero dar una vuelta en un circuito con el manettino en CST off. Cruzo los dedos por que se cumpla algún día.
Esta es mi historia de un día que no voy a olvidar, ni cuando me toque probar el siguiente Ferrari, no importa cuando, no importa donde.

Sinfonía Metalera

Les dejo una pequeña lista de los autos con mejor sonido (stock) que he manejado y/o escuchado con detalle. Y no me refiero a los altavoces. No, esta sinfonía mecánica es una que Beethoven si se hubiera perdido. Lástima:

1. Ferrari F355

2. Aston Martin Vantage

3. Lamborghini Murcielago

4. Porsche GT3/GT3 RS (997)

5. Ferrari 360 Modena

6. Mercedes Benz E63 AMG

7. BMW M5 (E60)

8. Volkswagen Jetta VR6 (1H)

9. Porsche 911 Carrera S (997)

10. Nissan 350Z

Los que me decepcionaron, y no por que suenen mal, si no que creía que sonarían mejor:

1. Porsche 911 Turbo

2. Nissan 370Z

3. Audi S5, RS4, R8

4. Ferrari 599 Fiorano

5. Nissan GT-R

6. Jaguar XF/XF SC

7. Chevrolet Camaro SS (2010)

En fin, no siempre se pueden obtener obras maestras auditivas. Reitero: es el sonido de estos autos tal cual como salen de la agencia. Supongo que siempre hay alguna pieza en el aftermarket que puede mejorar -a veces empeorar- el emocionante sonido que cualquier auto produce al pasar rápido. ¿Cuál sería su lista?