
Cuando éramos niños, cualquier cosa nos divertía. Bastaba con tener a la mano una piedra y una cuerda, un par de canicas o una ramita de madera y un árbol grande para echar a volar la imaginación.
Dos décadas después, la capacidad de asombro se ha ido perdiendo, tristemente. Nuestros juguetes han evolucionado, se han vuelto más caros -obviamente- y sobre todo, con tanto derroche tecnológico que nos
rodea, más entretenidos. Si no tiene al
menos 35 botones, no nos interesa. Si no es touch-screen o Wi-Fi, lo más seguro es que sea del siglo pasado, y lo menospreciamos por eso.
A veces quisiera pasar el tiempo libre imaginando extraterrestres, bestias y héroes. Estar entretenido en todo momento con sólo exigirle al hámster que corra en su ruedita. Pero no es así. Quiero los botones, quiero luces, música en 5.1 canales -mínimo-, algo de que platicar, algo que presumir, no importando si los demás lo aprecian tanto como yo. Eso es, el Impreza WRX sedán de Subaru, el mejor juguete que mi dinero puede comprar, para presumier que yo, sí se de coches, aunque muchos lo vean como "feo" o "naco", estoy seguro que a 2,300 metros sobre el nivel del mar, es más rápido que el 80% del resto del parque vehícular y no sólo eso, también es más seguro, más divertido y más fácil de manejar. Quiero hablar mucho de él. Así, con todo y el título mal escrito, en honor de un gran auto.

Como dice el gran Jerry Seinfeld acerca de los analgésicos: "Ok, ok, so take enough substance
so it would kill me, bring it down a notch and sell me the drugs!". Y así nacieron las aspirinas y semejantes "Extra strength". Eso es lo que este WRX es, en comparación del STI -el famosísimo y deseadísimo "auto de rallies" para la calle, responsable de casi toda la fama de la marca mundialmente.
Ciertos nerds en Japón, trabajando arduamente frente a sus computadoras, exprimiendo cada byte de su software de diseño, lograron, primero, un look único. No es amigable a los ojos, no es una obra de arte como los italianos o cuenta con simetría perfecta como los alemanes. No, este WRX -con todo y su tercer volumen- está pensado en los que casi fuimos, son, o quieren ser tuners. El frente es totalmente agresivo, advirtiéndole al conductor de adelante q

No podemos olvidar que es un sedán cuatro puertas, algunos dirán que pierde estilo, pero tampoco podemos olvidar que la anterior generación del Impreza WRX STI también existió con esta misma configuración, o que su némesis, el Evo X de Mitsubishi, primero se diseñó como un sedán y años después nació el hatchback (sportback, según Mitsu).
Entonces, gente, por favor, no más GTI's, no más GLI's, definitivamente no más SRT's, ni FR's ni Cupras. Entiendan bien, el WRX es superior en todos los sentidos: desempeño, seguridad, comodidad de marcha, espacio interior, tecnología y si les interesa, hasta consumos.
La primera vez que lo manejé pude sentir un gran potencial. Cuando lo pude probar a fondo, me di cuenta que en este mercado tiene dos rivales: el Audi S3 y el BMW 135. Así. No hay más. Ahora vienen los números: Subaru WRX sedán, US$33,500, Audi S3, US$44,800 y BMW 135 coupé, US$46,900. En resumen: pago poco más que por un Bora GLI, obtengo el mismo equipamiento (aunque cabe decir que el interior de los Impreza no es igual de atractivo), más confiabilidad -es en este apartado donde la marca no se ha posicionado con todo su potencial en México-, y el desempeño, p

Los demás autos sin turbo, no tienen oportunidad alguna.
Como no es un auto perfecto, hablemos de sus flaquezas. La silueta es muy parecida a la de un Corolla, eso no puede ser bueno en ningún idioma.
Ya había mencionado el interior, si bien los materiales son de buena calidad y el ensamble también lo es, le falta emocionar. No cuenta con ningun plus en cuanto a imagen: le falta xenón en los faros, LED's en las calaveras y demás artilugios que dicen "Siglo XXI" a simple vista.
Pero basta acomodarse en los asientos de cubo con las siglas WRX bordadas para olvidar casi todos esos detalles, casi todo el tiempo. No, en realidad no, pero ya acomodados y superadas las 3,500 rpm, el mundo cambia de color, y los sentidos se agudizan con el soplido del turbo proveniente del 2.5 litros.
Si yo pudiera, traería una manta que diría: "Compren vehículos Subaru" todo el día. Son de esos juguetes menospreciados porque los botones y las cajitas no son tan llamativas como otras. Pero sabemos que detrás de esa imagen "a medias" atractiva se encuentran vehículos para todos los gustos, para todas las necesidades, con gran adherencia al piso y a nuestras emociones.
Domo arigato, Subaru.
3 comentarios:
El que no sabe qué es un Impresa, no sabe, punto.
A menos que quieras modificarlo y meterlo a competir, no veo la necesidad de pagar la enorme diferencia de precio entre este Impreza y el STi. No existen autos perfectos, pero este Impreza está muy cerca de serlo.
La verdad creo que es feo como la fregada. en serio no me gusta ni tantito su estética, pero sí es un auto que compraría por que es incluso más divertido que feo. Subaru es como esas series de tele que son buenísimas pero nadie las peló y las cancelaron... como Invader Zim, así que por favor compren Subaru.
Publicar un comentario